La mágica historia de la creación hizo que los hombres seamos los únicos habitantes de este planeta que podemos razonar y, por consiguiente, los únicos que podemos hacer lo que queremos, mucho más, tal vez, de lo que necesitamos para vivir. La Tierra nos dio todo y nosotros estamos vaciándola, estamos arrancándole de sus extrañas lo que definitivamente constituyen nuestros recursos, nuestras fuentes de subsistencia. Estamos quitándonos lo que les pertenece a todos, incluso a los que aún no han nacido. La gota en el mar es un espacio que creamos un grupo de jóvenes que queremos hacer algo por este planeta, que pensamos que todavía estamos a tiempo.
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